El VIH continúa teniendo un efecto devastador en las poblaciones más vulnerables

Desde el inicio de la epidemia del VIH/SIDA en los 80, más de 78 millones de personas se han infectado por el virus en todo el mundo y más de la mitad han muerto. En las últimas décadas, el esfuerzo de la comunidad internacional ha permitido grandes avances en la lucha contra la enfermedad que se ha traducido en la transformación de una enfermedad mortal a una infección crónica.

Sin embargo, como paradigma de enfermedad asociada a la pobreza, la epidemia del VIH continúa teniendo un efecto devastador en las poblaciones más vulnerables. En Mozambique, uno de los 20 países donde se concentra el 80% de los casos a nivel mundial, se estima que hay más de medio millón de huérfanos debido al VIH/SIDA.

Para lograr el fin de la epidemia, ONUSIDA ha establecido la meta “90-90-90” para 2020 (90% diagnosticados, 90% tratados y un 90% con supresión viral). La única manera de alcanzar esta meta ambiciosa es a través de iniciativas basadas en los principios de los derechos humanos. Además de aumentar el acceso a tratamiento antirretroviral y otras medidas preventivas, se necesita concentrar esfuerzos en eliminar el estigma, la discriminación y la exclusión social de las personas más vulnerables.

Ayuda en Acción defiende a los más vulnerables. Apoya a sus organizaciones comunitarias de base para la puesta en marcha de acciones integradas de salud comunitaria y lucha contra VIH/SIDA. Así como conecta a las comunidades de zonas rurales con los sistemas de salud, eleva el nivel de conocimientos sobre prevención y los servicios disponibles para la lucha contra el SIDA.