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Ayuda en Acción defiende...

Alberto Casado

Coordinador de campañas de Ayuda en Acción

El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, desde 1950, cada 10 de diciembre, se conmemora ese hito en el Día de los Derechos Humanos. Una fecha que nos ayuda a recordar lo que se ha logrado en todos estos años pero, sobre todo, un día para reflexionar y tomar impulso para seguir luchando para que cada vez más personas puedan acceder a ellos y disfrutarlos con plenitud, como es su derecho. Basta encender la radio, la televisión, leer el periódico o conectarse a Twitter o Facebook para darse cuenta de que el disfrute de los derechos es, para algunas personas, un privilegio, y para demasiados millones un sueño incumplido por el que tienen que pelear a diario. Este año Naciones Unidas ha elegido un lema para el 10 de diciembre –“defiende hoy los derechos de los demás”– que para nosotros, en Ayuda en Acción, no puede ser más adecuado.

El disfrute de los Derechos Humanos es para algunas personas un privilegio, y para demasiados millones un sueño por el que pelear a diario.

Un viejo profesor de derecho constitucional que tuve, decía: “los derechos humanos son demasiado importantes como para dejarlos al albur de los estados y los gobiernos”. Esta frase pareciera que quitase responsabilidad a los garantes (los estados) de poner todos los medios a su alcance para que la ciudadanía global pueda disfrutar, sin riesgo y a lo largo de toda su vida, de todos los derechos humanos. Sin embargo, ponía el énfasis en lo contrario; si bien ellos son los garantes, para que todos y todas podamos disfrutarlos necesitamos que la ciudadanía los conozca, sepa que son derechos, los exija y los pelee si estos no se cumplen. No debemos olvidar que estos derechos que muchos disfrutamos como un hecho consumado son el fruto de la lucha de millones de hombres y mujeres a lo largo de la historia, y que las conquistas sociales que costaron tanto deben de cuidarse y vigilarse para que únicamente haya avances y no retrocesos. Y el deber es de todos.

Los ponen en peligro muchos factores: los recortes en servicios sociales, las razones ideológicas, la falsa priorización de establecer políticas públicas sin recursos económicos, el machismo, la pobreza y la exclusión, la xenofobia… Y también, la falsa apariencia que tenemos los que podemos disfrutar de ellos de que ya no hay nada por lo que luchar porque ya hemos ganado esa batalla. Un espejismo que no nos puede ocultar, que además de todas las personas que no pueden acceder a sus derechos, estamos demasiado cerca de poder perderlos; basta el ejemplo de los millones de personas que huyen en estos momentos de sus lugares de origen con el solo fin de poder seguir viviendo con dignidad o, simplemente, seguir viviendo. Todos podríamos estar en su situación.

Para que todos y todas podamos disfrutar de nuestros derechos necesitamos que la ciudadanía los conozca, los exija y los pelee si estos no se cumplen.

Es este último elemento precisamente en el que Naciones Unidas pone énfasis este año, invitándonos a defender los derechos de los demás. Son nuestros derechos, pero también son de los demás y todos debemos de luchar por ellos, aunque los disfrutemos o, mejor dicho, precisamente porque los podemos disfrutar y estamos en mejor disposición de afrontar esta defensa.

Este año en Ayuda en Acción también conmemoramos nuestro 35 aniversario. Desde nuestras posibilidades, también hemos defendido y seguimos defendiendo el derecho de los demás, de millones de personas que no acceden a lo que parece un privilegio pero es un derecho. En este especial nos hemos detenido en algunos de ellos, en derechos que nosotros también defendemos. El derecho a que las personas que sufren alguna discapacidad puedan tener las mismas oportunidades que las que no las tienen; el derecho de las mujeres afrodescendientes a ser las dueñas de sus vidas y a no sufrir violencia por el mero hecho de ser mujeres y negras; el derecho de todos los niños y niñas a disfrutar de una infancia libre de abusos y violaciones; el derecho que tenemos todas las personas a no ser discriminadas por razón de enfermedad y a tener un tratamiento que nos permita superarlas, si es posible, o vivir con dignidad si las enfermedades son crónicas; o el derecho a buscar una vida mejor ante amenazas a nuestros medios de vida o a nuestra propia vida. Son solo algunos ejemplos de derechos que no se cumplen, y ejemplos de los derechos que en Ayuda en Acción defendemos.

Es cierto que nosotros lo podemos hacer porque contamos con muchas personas –actualmente casi 120.000 colaboradores– que a lo largo de estos años se han identificado con nuestras causas, con esos derechos que nosotros defendemos, y se han sumado también a defender el derecho de los demás. 35 años de trabajo que nos convencen de que solo hay un modo de que el mundo sea mejor, y es un mundo en el que todos nos defendamos y nos ayudemos unos a otros.

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